La Duda
Posted in: Crecimiento Espiritual on May 21, 2012
La duda es lo que intentamos evadir cuando somos orgullosos. La duda se siente confusa, incomoda, vacía y desesperante.
Sin embargo, la duda es maravillosa. La duda nos permite percatarnos de la verdad, que en realidad, no sabemos nada. La duda nos invita a ser humildes.
El ser humano teme a tal profundidad que desesperadamente busca la manera de tener certeza. Creemos conseguir control y certeza con el orgullo, el intelecto, la ciencia, la medicina, la física y el sin fin de jueguitos humanos. Buscar certeza es indicación de ausencia de fe. Si estudias a la humanidad, y aun a los grandes genios, te darás cuenta que estaban desesperadamente intentando comprender y que murieron muy confundidos.
El querer saber es la manzana, que la serpiente, el diablo, le ofrece a Eva. Adán y Eva querían saber. Ellos carecían de la humildad de aceptar que es imposible saber dentro del campo infinito de la consciencia y la creación de Dios. Te aseguro que carecemos de la capacidad de saber. Tu y Yo, somos Adán y Eva, solo que Dios jamás nos expulsó del paraíso, eso lo hicimos tu y Yo al poner nuestra fe en los sentidos, la mente y la materia en lugar de creer en Dios. Todos los santos y hasta Jesucristo, incado, rezando y suplicando, expresa profunda humildad a Su Padre Dios. Si Jesucristo llora, suplica y acepta que no sabe, y por momentos duda, donde crees que estamos tu y Yo?
Libera la necesidad de tener control, saber y sentir certeza. Lo único real y cierto es que Dios es Todopoderoso. Él sabe y con amor guía tu existencia siempre. Lo que percibes como dolor y sufrimiento es producto del miedo y orgullo. Todo el sufrimiento es posible solo como manifestación de resistencia a entregarte a Dios.
Lo que Yo hago cuando temo, dudo, me confundo y sigo la mente viciosa y adicta a la oscuridad es repetir, “Gloria a Dios en las Alturas”. ”Gloria a Dios Altísimo”. Hay veces que repito eso 50 o 100 veces hasta que este ser deja de poner su atención en el insaciable ego y por fin se abre para recibir la luz del amor de la verdad de Dios.
Asegúrate que TODO dolor y sufrimiento nace de tu insistencia, indisciplina y obsesión por tener la razón. El ser humano se pasa el total de su existencia justificando y buscando maneras de convencerse que está en lo correcto. Quiere creer el ser humano que sabe, puede y tiene la capacidad de conducir y controlar su vida. Eso es ignorancia pura. Si crees que sabes y puedes controlar algo intenta dejar de respirar por 2 minutos. Intenta que amanezca un poco más tarde o temprano. Intenta controlar tu digestión. Es más, solo intenta dejar de pensar por 1 minuto. Si eres honesto te darás cuenta que no hay nada que puedas controlar. Todo, absolutamente todo, se mueve por el Todopoderoso y ese no eres tú!
Ser alegre, vivir en el amor y disfrutar de la belleza innata en la totalidad de la creación requiere de humildad radical. Sé que no lo creerás, pero la realidad es que, en Realidad, ni existes como ser autónomo. Somos todos una totalidad íntimamente unidos, creados y Uno en Dios.
Todo pensamiento, creencia y lo peligroso de los sentidos es que te dicen que estas separada. Los sentidos te dicen que eres una persona aparte de otras personas, y peor aún, de Dios. Tal separación es imposible en la Realidad. Somos Uno, inseparable e indivisible. Somos Uno en Dios. Somos uno en su luz y en la verdad!
Pedro Zaragoza