Paciencia

Posted in: Crecimiento Espiritual on May 22, 2012

Toda mi vida he empujado, estirado, “motivado”, soñado, me he castigado, reprimido, juzgado, calificado y regañado por ser lento, tonto, ingenuo, inseguro, inconsiderado, ignorante, miedoso y orgulloso.

Ha tomado una guerra interna feroz, tenaz y exagerada para por fin, elevarme un poquito por encima de la tela del subconsciente que todo esconde. Es mi dureza que fortalece y alimenta el subconsciente que me mantiene en las tinieblas.

En verdad, nada es lo que sabemos.

El proceso de despertar a la luz de Dios, nuestro creador es lento, complejo, confuso, difícil y frustrante.

PacienciaEstamos, la humanidad, envueltos en una capa increíblemente terca y casi imposible de trascender. Nuestro ego y su insaciable necesidad de tener la razón, justificarse, y prolongar su existencia, es formidable.

El proceso es lento ya que nuestra resistencia e ignorancia es tan profunda que si viéramos nos hiciéramos pedazos. Si pudiéramos digerir cada pensamiento que tenemos nos indigestáramos, nos daría diarrea y una seria de otras cosas que serían sumamente desagradables.

Ya sé, suena muy negativo este Diario Esencia. Después de 100 diarios hablando de luz, amor, paz, aprecio y belleza, de repente, esto. Te comprendo. Estoy de acuerdo contigo y me identifico contigo. Sin embargo, síguele.

Se sumamente paciente, tolerante y amoroso contigo mismo. Deja de pedir, resistirte y empujar. La humanidad no sabemos nada, ni sabemos lo que nos conviene, lo que necesitamos, ni lo que queremos.

Avanzar conscientemente toma una devoción completa y un amor absoluto por Dios. El único propósito de tu vida es entregarte a Dios. El no necesita que lo hagas. El no pide que lo hagas. Dios en su infinito amor y misericordia te abre las puertas del paraíso y te recuerda que está a tu alcance siempre. Tú decides, no cuando entras, pero si decides si escoges la verdad o la ilusión. Si escoges la verdad de su amor, eventualmente llegaras. En tiempo humano parece lento, pero muy lento el regreso a casa. En realidad no existe el tiempo.

Confía que sí parece lento el proceso, y arduo el sufrimiento para regresar a casa, es solo ya que estamos sumamente perdidos y que nuestra resistencia es intensa.

Se muy paciente y linda contigo misma. Mientras más dura seas, más difícil y lento es el proceso. Es como ir al dentista, mientras más te resistes, más te duele y más larga parece la visita.

Pide, ruega, suplica ver. Y aún más importante, ama a Dios, ama a tu prójimo y ama a ti misma con todo tu Ser. El camino a Dios es amor puro, compasivo, paciente y entero. Se profundamente humilde. Te garantizo y aseguro que no sabes absolutamente nada. De verdad, nada.

Cuando contemplamos que Dios es Todopoderoso, el ser humano se imagina un presidente, magnate, dictador o un gran sabio. Esos seres humanos, aun los más avanzados, son absolutamente irrelevantes al lado de Todopoderoso. Contempla el poder del sol, inimaginable para el ser humano, y multiplica ese poder por infinito. Nuestras cabecitas ni la superficie de la superficie alcanzan a acariciar.

Entrégate, abandónate y ríndete por completo a ese poder infinito. Ese Poder infinito es amor puro.

Que rindas toda justificación, excusa y razón para dudar. Pide y suplica que el Espíritu Santo te eleve. Hazlo con todo tu Ser y vivirás un milagro brillantemente bello, asombroso y arrollador.

Reverencia a ti, por tu valor y por ser una creación de Dios, la fuente de todo!

Pedro Zaragoza